CONSOLIDAR UN SUEÑO
La familia Heffes acaba de mudarse a San Sebastián. Su casa propia en un entorno natural, seguro y tranquilo. Una elección para toda la vida.
Años sembrando, soñando, imaginando cómo sería. Y el momento llegó. El sueño dejó de ser un sueño para convertirse en una realidad. Cinco años después, la familia Heffes llegó a su hogar propio, con dos hijas pequeñas y toda una vida por delante en un nuevo hogar.
Con aires nuevos
Venían de Capital Federal y se animaron a suscribir a un lote en San Sebastián sin conocer mucho la zona. La propuesta de un barrio con espacios al aire libre y seguridad llamó la atención de la familia y empezaron a proyectar sus vidas allí. “Teníamos muchas emociones encontradas: dejar un departamento donde vivimos durante cuatro años, donde nacieron y vivieron nuestras dos niñas, pero sabiendo que nos esperaba una mejor calidad de vida, con espacios verdes y la tranquilidad de que puedan jugar al aire libre en cualquier momento del día”, cuenta Pablo Heffes, el padre de la familia.
Pero no sólo se trataba de un cambio de zona. El paso más importante que dieron fue el hecho de mudarse a una casa propia. “Significa años de sueños y esfuerzos conjuntos. Se trata de hacer realidad un sueño, de alcanzar el desafío que nos planteamos años atrás”.
El hogar es algo primordial para la familia Heffes. Tener un lugar para vivir constituido en el amor es uno de sus pilares más importantes. “Queremos que sea un lugar elegido para compartir momentos cálidos con familia y amigos”, asegura Pablo. Y San Sebastián se ofreció como una opción sólida para poder desarrollar todo su potencial.
Dar el paso
El cambio era grande. Variaron la rutina y la forma de vivir. “Para la familia fue el primer cambio importante en todos los sentidos. Nuestras niñas sentían cierta incertidumbre; trataban de entender qué era lo que les esperaba por delante. Fue difícil explicarles, pero ahora que están viviendo y transitando el cambio, entienden la experiencia”.
En otros aspectos, no fue tan drástico. Tanto Pablo como su mujer trabajan en Zona Norte (él, en Maschwitz y ella, en Campana). Y San Sebastián ofrecía, además, un espacio clave para la familia Heffes: el sector deportivo. Por otro lado, valoraban mucho el especial cuidado que se le da al medio ambiente en San Sebastián: “va a ser muy beneficioso en años futuros; es un valor agregado muy importante”.
Con miras al horizonte
Cuando uno le pregunta a Pablo cuál es el proyecto a futuro con respecto a este nuevo hogar, la respuesta es clara. “Queremos que las niñas puedan crecer en este ámbito, que puedan desarrollarse como personas, que podamos generar buenas relaciones. Queremos que puedan hacer deportes sociales. Y con respecto a la casa, que sea elegido como un punto de encuentro familiar y que podamos llevar una vida tranquila, con buena seguridad”.
Poco a poco, comenzaron a tener relación con otros vecinos de San Sebastián, y ya disfrutan de las diferentes vistas que ofrece el barrio. Una calidad de vida tranquila, en un barrio con una comunidad fuerte y propuestas para toda la familia. Los Heffes, una familia más que da su sí a este proyecto.
Texto: María Stellatelli